50 Importancia del canto gregoriano como propio de la liturgia romana - Instrucción Musicam Sacram

📖 Estudio del Magisterio de la iglesia en materia musical.
 
INSTRUCCIÓN "MUSICAM SACRAM" DE LA SAGRADA CONGREGACIÓN DE RITOS - 1967

VI. La lengua que se ha de emplear en las acciones litúrgicas que se celebran con canto y la conservación del tesoro de música sagrada.


50. En las acciones litúrgicas con canto que se celebran en latín:

a) El canto gregoriano, como propio de la liturgia romana, en igualdad de circunstancias ocupará el primer lugar. (Cf. CDSL., artículo 116.) Empléense oportunamente para ello las melodías que se encuentran en las ediciones típicas.

b) Conviene también que se prepare una edición que contenga modos más sencillos, para uso de las iglesias menores". (CDSL., artículo 117.)

c) Las otras composiciones musicales escritas a una o varias voces, tanto si están tomadas del tesoro musical tradicional como si son nuevas, serán tratadas con honor, favorecidas y utilizadas según se juzgue oportuno. (Cf. CDSL., art. 116.)

COMENTARIO

Se destaca una vez más la importancia del canto gregoriano como propio de la liturgia romana, el cual ocupa el primer lugar, lo cual, hace necesario que como músicos obedientes vayamos investigando y aprendiendo diversos cantos en latín, tomando como referencia las distintas ediciones publicadas que actualmente existen, en donde encontraremos un amplio repertorio. 





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Juan 20, 19-31 - Dichosos los que creen sin haber visto - Viviendo el Evangelio a través de la música

 
Viviendo el Evangelio a través de la música
Juan 20, 19-31 - Dichosos los que creen sin haber visto
Domingo II de Pascua o de la Divina Misericordia

Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: "La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo". Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar".
Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor". Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré".
Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Luego le dijo a Tomás: "Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree". Tomás le respondió: "¡Señor mío y Dios mío!". Jesús añadió: "Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto". Otros muchos signos hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritos en este libro. Se escribieron éstos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.

Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
 
Viviendo el Evangelio a través de la música
COMENTARIO
 
Destacamos de este evangelio varios aspectos:

Primero. Jesús ya ha resucitado, pero los discípulos llegada la noche están encerrados y con miedo. ¿Cuántos de nosotros que deseamos servir al Señor por medio del canto estamos aún encerrados y con miedo? Nos olvidamos que hemos sido llamados por el Señor y ante la dificultad, la tragedia, las tribulaciones, nos dejamos vencer. Algunos incluso tenemos miedo de cantar, por ejemplo, nos aterra el hecho de subirnos al ambón y salmodiar, así que preferimos encerrarnos y callar, congelados por el miedo.

Segundo: Vemos que Jesús toma la iniciativa y se presenta en medio de los apóstoles, sabe que sus amigos necesitan paz pues están pasando por una dura prueba y así se los expresa cuando les dice: “La Paz esté con ustedes”, y por supuesto, ellos al verlo se llenan de alegría. Por nuestra parte, si contamos las ocasiones en que Jesús toma la iniciativa nos vamos a sorprender, pues son muchos los momentos en que Jesús se presenta en medio de nosotros, en la eucaristía, en la oración, en la confesión, en la palabra de Dios, en el consejo de una madre, de un sacerdote, o de un buen amigo, son muchas las oportunidades que tenemos para verlo en acción diciéndonos, “la paz esté con ustedes” y alegrarnos con su presencia.

Tercero: Pero también observamos la actitud de uno de los apóstoles, Tomás, que no está con el grupo en el primer momento en que Jesús se les presenta a todos y cuando sus amigos le cuentan, sencillamente no les cree. Tomás también puede ser cualquiera de nosotros, que aún siendo discípulos del Señor, participando en las actividades de la parroquia, cantando cada semana la santa misa, recibiendo el cuerpo de cristo en cada eucaristía, aún así, no creemos plenamente en su resurrección y le ponemos condiciones a nuestra fe, como Tomás, que dice que debe ver y que debe meter su dedo y su mano en las heridas del Señor para creer.  

Afortunadamente, el Señor que nos ama de forma inconmensurable nos envía el Espíritu Santo, pues sabe que solo así podremos obrar y entender las cosas como él quiere.
Pidamos hoy al Espíritu Santo que ilumine nuestro entendimiento para tener siempre presente al Señor resucitado, que guíe nuestras vidas para creer con todas nuestras fuerzas y todo nuestro ser y así, poder hacer siempre su santa y divina voluntad.

Madre del cielo, enséñanos a creer como tú. Amén.
 
 

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49 Uso del latín en las sagradas celebraciones de los seminarios - Instrucción Musicam Sacram

📖 Estudio del Magisterio de la iglesia en materia musical.
 
INSTRUCCIÓN "MUSICAM SACRAM" DE LA SAGRADA CONGREGACIÓN DE RITOS - 1967

VI. La lengua que se ha de emplear en las acciones litúrgicas que se celebran con canto y la conservación del tesoro de música sagrada.


49. Por lo que se refiere al uso de la lengua latina o vulgar en las sagradas celebraciones de los seminarios, obsérvense las normas de la Sagrada Congregación de Seminarios y de Universidades sobre la formación litúrgica de los alumnos.
Los miembros de institutos que profesan los consejos evangélicos observen en esto las normas de las letras apostólicas Sacrificium Laudis, del 15 de agosto de 1966, y de la Instrucción sobre la lengua que han de emplear los religiosos en la celebración del oficio divino y de la misa conventual o comunitaria, dada por esta Sagrada Congregación de Ritos el 23 de noviembre de 1965.
 

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Juan 20, 1-9 - Y vió y creyó - Viviendo el Evangelio a través de la música



Viviendo el Evangelio a través de la música
Juan 20, 1-9 - Y vió y creyó
Domingo I de Pascua De la Resurrección


El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto".
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró.
En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar de entre los muertos.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Viviendo el Evangelio a través de la música
COMENTARIO

El evangelio de hoy nos presenta el actuar de María Magdalena, Pedro y Juan ante el hecho de la resurrección.
Vemos que la primera en enterarse de que algo había sucedido fué María Magdalena, pero, ella solo llega a ver la piedra removida y no entra al sepulcro pues toma la decisión de ir a buscar a los apóstoles, en este caso, a Pedro y Juan que estaban juntos, y aquí sucede algo muy interesante, Pedro y Juan, parten del mismo sitio y al mismo tiempo hacia el sepulcro, ambos están corriendo, pero Juan se adelanta, llega primero y tal como hizo María Magdalena, tampoco entra al sepulcro. Por su parte, Pedro que mantiene su paso constante pues venía siguiendo a Juan, llega y entra al sepulcro, pero no solo dice la palabra de Dios que entró, dice que al entrar contempló, y posteriormente Juan, decide también entrar al sepulcro y fue entonces cuando creyó.   

Nuestra vida como cristianos, como músicos de Dios, puede ser evaluada a la luz de este evangelio. Cuántos de nosotros decimos que somos seguidores del Señor y tenemos ese impulso de correr hacia él, incluso más rápido que el hermano buscando llegar primero a Jesús, pero, no entramos, es decir, no profundizamos, no damos el paso final, y esto, lo hemos vivido como músicos muchas veces, estamos allí, dispuestos a cantar y tocar en la eucaristía, aprendemos a tocar el instrumento, a cantar, ensayamos, cantamos la misa, pero, no profundizamos, no vivimos, no contemplamos lo que cantamos ni a quien le cantamos, recordemos por ejemplo, que muchos cantos que se interpretan en la liturgia son tomados de la misma palabra de Dios.
En cambio el apóstol Pedro nos da una clase del comportamiento del verdadero discípulo del Señor, pues aunque se había quedado rezagado en la carrera con Juan camino al sepulcro, persevera, mantiene el objetivo, la meta, y no solo entra al sepulcro, sino que también contempla, motivando también a Juan a entrar al sepulcro, contemplar y así creer.
Nosotros también como servidores del Señor debemos no solo salir corriendo a su encuentro, tomando de Juan el impulso, el deseo de llegar primero, también tenemos que profundizar como nos lo enseña Pedro. Esta muy bien cantar a papá Dios, pero que no nos conformemos solo con eso creyendo que ya llegamos, viendo desde afuera, no, debemos dar un paso más hacia el encuentro con Jesús, y para ello debemos adentrarnos en la oración, en la lectura de la palabra, en las enseñanzas que Jesús nos da y contemplando todo con la guía del Espíritu Santo, propiciar y fortalecer no solo nuestro encuentro con el Señor, sino el encuentro de nuestros hermanos con Jesús, para que siguiendo el ejemplo de Pedro, también tomen la decisión como Juan de dar el paso y entrar más allá en su encuentro con nuestro Señor Jesucristo.

Santísima Virgen María, enséñanos a profundizar, a contemplar y meditar todas estas cosas en nuestros corazones para dar ese paso y acercarnos más a Jesús. Amén.
 
 

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48 Misas en latín - Instrucción Musicam Sacram

📖 Estudio del Magisterio de la iglesia en materia musical.
 
INSTRUCCIÓN "MUSICAM SACRAM" DE LA SAGRADA CONGREGACIÓN DE RITOS - 1967

VI. La lengua que se ha de emplear en las acciones litúrgicas que se celebran con canto y la conservación del tesoro de música sagrada.


48. Allí donde se haya introducido el uso de la lengua vernácula en la celebración de la misa, los ordinarios juzgarán si es oportuno mantener una o varias misas celebradas en latín —especialmente la misa cantada— en algunas iglesias, sobre todo en las grandes ciudades, que reúnan suficiente número de fieles de diversas lenguas.


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Lucas 19, 28-40 - Alabemos al Rey de Reyes - Viviendo el Evangelio a través de la música


Viviendo el Evangelio a través de la música
Lucas 19, 28-40 - Alabemos al Rey de Reyes
Domingo de Ramos
 
En aquel tiempo, Jesús, acompañado de sus discípulos, iba camino de Jerusalén, y al acercarse a Betfagé y a Betania, junto al monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles:
"Vayan al caserío que está frente a ustedes. Al entrar, encontrarán atado un burrito que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo aquí. Si alguien les pregunta por qué lo desatan, díganle: 'El Señor lo necesita' ".
Fueron y encontraron todo como el Señor les había dicho. Mientras desataban el burro, los dueños les preguntaron: "¿Por qué lo desamarran?". Ellos contestaron: "El Señor lo necesita". Se llevaron, pues, el burro, le echaron encima los mantos e hicieron que Jesús montara en él.
Conforme iba avanzando, la gente tapizaba el camino con sus mantos, y cuando ya estaba cerca la bajada del monte de los Olivos, la multitud de discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos por todos los prodigios que habían visto, diciendo: "¡Bendito el rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!". Algunos fariseos que iban entre la gente, le dijeron: "Maestro, reprende a tus discípulos". Él les replicó: "Les aseguro que si ellos se callan, gritarán las piedras".

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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COMENTARIO

 
La palabra de Dios hoy día nos presenta varios escenarios:

Primero. La obediencia de los discípulos, que confiados en las indicaciones de Jesús, y sin preguntar o cuestionar al Señor, van y hacen lo que él les pide.

Segundo. La actitud de los dueños del burrito que al saber que el Señor necesita el animalito de su propiedad, sencillamente lo ceden para también cumplir con la voluntad del Señor.

Tercero. La actitud de Jesús, que nuevamente nos da ejemplo de humildad, pues siendo Dios, podría haber realizado la entrada a Jerusalén con una pompa acorde a su divinidad, pero lejos de ello, en su lugar decide entrar sobre un burrito.

Cuarto. La actitud de la gente, que le reciben gritando alabanzas.

Quinto. Finalmente, la actitud de los fariseos que iban entre la gente, y que al ver todo aquello, le dicen al Señor lo que debe hacer.

Nosotros, hermanos, podemos analizar nuestra vida según cada  escenario. Veamos:

En el primer caso, podemos preguntarnos si estamos siendo obedientes a las indicaciones del Señor, o nos ponemos a ajustar sus planes a nuestra conveniencia, o cuestionar, solicitando razones del porque debemos hacer tal o cual cosa. Este punto es importante que lo tengamos muy presente cuando el sacerdote o el magisterio de la iglesia nos dice cómo debemos preparar musicalmente la liturgia.

En el segundo caso, preguntémonos si estamos dispuestos a servir al Señor no solo de palabra, sino de acciones e incluso poniendo a su disposición nuestros bienes.

En el tercer caso, meditemos si obramos con soberbia o humildad en nuestro día a día. ¿Será la soberbia la que dirige nuestro canto en el coro de la parroquia?, o ¿la humildad dirige la composición de las melodías que hacemos para Dios? Aquí de hecho, bien nos vendría asumir el papel del burrito, que solo se encarga de llevar al Señor sobre él. Nosotros entonces, también deberíamos tener muy presente en todo momento que la voz y el talento que Dios nos dio, es para llevar a Jesús por medio de la música a todos los corazones que el Señor disponga.

En el cuarto escenario, debemos preguntarnos si nos llenamos de entusiasmo cuando vemos al Señor avanzar en nuestras vidas, o en las vidas de nuestros familiares, amigos, o hermanos de comunidad, ¿también abrimos nuestros labios para alabarle y glorificarle?

Y en el quinto escenario, analicemos si nuestra actitud es la de los fariseos, que también están allí entre la gente y cerca de Jesús, pero que en lugar de abrir sus corazones y reconocer al Rey de Reyes, lo que hacen es juzgar, criticar y acercarse al Señor no para alabarle sino para darle indicaciones de como debería hacer las cosas.

Pidamos al Espíritu Santo que toque nuestros corazones para abrirlos de par en par a la acción del Señor, para recibirle con entusiasmo y que nuestra Madre del Cielo nos enseñe a recibirle, alabarle y glorificarle tal como ella lo hizo. Amén.
 

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47 El canto en latín - Instrucción Musicam Sacram

📖 Estudio del Magisterio de la iglesia en materia musical.
 
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VI. La lengua que se ha de emplear en las acciones litúrgicas que se celebran con canto y la conservación del tesoro de música sagrada.


47. Conforme a la Constitución de Sagrada Liturgia, se conservará el uso de la lengua latina en los ritos latinos, salvo derecho particular (CDSL., art. 36, párrafo 1).
Pero como "el uso de la lengua vulgar es muy útil al pueblo en no pocas ocasiones" (párrafo 2), "será de la incumbencia de la competente autoridad eclesiástica territorial determinar si ha de usarse la lengua vernácula y en qué extensión; estas decisiones tienen que ser aceptadas, es decir, confirmada por la Sede Apostólica" (párrafo 3).
Observando exactamente estas normas, se empleará, pues, la forma de participación que mejor corresponda a las posibilidades de cada asamblea.
Los pastores de almas cuidarán de que, además de en lengua vulgar, "los fieles sean capaces también de recitar o cantar juntos en latín las partes del ordinario, de la misa que le corresponden". (Cf. art. 54, CDSL.; Instruc., 26 sept. 1964, núm. 59.)

COMENTARIO

De la lectura anterior, queda muy claro la importancia de aprender los cantos del ordinario en latín, tarea que no solo compete al sacerdote, sino a los directores de los coros parroquiales, los cuales están llamados a prepararse con la finalidad de capacitar también a todos los cantores del coro parroquial en la interpretación de estas obras en latín.
 

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Juan 8, 1-11 - El que esté sin pecado que arroje la primera piedra - Viviendo el Evangelio a través de la música


Viviendo el Evangelio a través de la música
Juan 8, 1-11 - El que esté sin pecado que arroje la primera piedra
Domingo V de Cuaresma


En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos y al amanecer se presentó de nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y él, sentado entre ellos, les enseñaba.
Entonces los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola frente a él, le dijeron: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos manda en la ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú que dices?".
Le preguntaban esto para ponerle una trampa y poder acusarlo. Pero Jesús se agachó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Como insistían en su pregunta, se incorporó y les dijo: ''Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra". Se volvió a agachar y siguió escribiendo en el suelo.
Al oír aquellas palabras, los acusadores comenzaron a escabullirse uno tras otro, empezando por los más viejos, hasta que dejaron solos a Jesús y a la mujer, que estaba de pie, junto a él.
Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: "Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Nadie te ha condenado?".
Ella le contestó: "Nadie, Señor". Y Jesús le dijo: "Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar".

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Viviendo el Evangelio a través de la música
COMENTARIO


En el evangelio de hoy encontramos a Jesús, las mujer, los fariseos y los escribas.

La mujer es sorprendida cometiendo un pecado. Los fariseos y los escribas la acusan y quieren apedrearla amparados en la ley de Moises. Y Jesús, mantiene la serenidad y aprovecha la ocasión para dar una enseñanza.

Ahora, viendo la actitud de cada uno, evaluemos nuestro obrar.

¿Cuántas veces nos hemos convertido en acusadores y jueces de nuestros hermanos? y no solo eso, sino que también buscamos aplicar la sentencia que nosotros mismos hemos tomado para con ellos. ¿En cuántas ocasiones en nuestra comunidad, familia, coro parroquial, o trabajo, ante la mas mínima falta de alguien le acusamos, amparados en la excusa de que somos los encargados, que tenemos más experiencia, o cualquier pretexto? Pensemos en las discusiones que se han dado dentro y fuera de un ensayo, e incluso antes, durante, o después de una misa.

Asumamos ahora la actitud de la mujer, y veremos que también nosotros hemos pecado muchas veces en nuestra vida, hemos ofendido al Señor, y por tanto, no podemos siquiera pensar en juzgar a otro hermano, pues seguramente aquello de lo  que le acusamos también puede ser nuestro pecado, entre otros, solo que no nos han sorprendido pecando, tal como dice el evangelio que le paso a la mujer y por tanto, no hemos experimentado el papel de un pecador expuesto ante toda una comunidad. ¿Cómo nos sentiríamos si alguien públicamente expone nuestras faltas?, ¿ese obrar nos llevaría al arrepentimiento, o generaría rencor hacia las personas que nos acusan?, ¿acaso no desearíamos una segunda oportunidad?, ¿cómo se debe haber sentido aquella persona a la cual nosotros le hemos hecho algo similar?

Bendito Dios que tuvo compasión de nosotros y vino también para enseñarnos. Pues de la actitud de nuestro Señor Jesucristo debemos aprender:

Primero. Debemos mantener la serenidad, de modo que no tomemos decisiones apresuradas.

Segundo.  Nadie nos ha otorgado el papel de jueces de nuestros hermanos, por tanto, NO debemos juzgar a nadie. Nuestro Señor, de hecho, en otro Evangelio nos lo menciona explícitamente.

Tercero. Debemos tener siempre presente nuestra condición de pecadores, nuestras debilidades, pensar que nosotros bajo las mismas circunstancias de nuestros hermanos a los cuales queremos acusar, seguramente habríamos obrado igual que ellos, cometiendo por tanto los mismos pecados. Entonces, no debemos estar por allí en la vida viendo a ver a quien sorprendemos pecando, No, sorprendámonos a nosotros mismos pecando, pues con ello, mucho ganamos, pues ese es el primer paso que todos necesitamos para arrepentirnos y volver a Dios.

Cuarto. En vez de ir por la vida acusando y arremetiendo contra nuestros hermanos por sus faltas, retiremos nuestros juicios, críticas y acusaciones, y en su lugar, oremos por ellos, para que como la mujer en el Evangelio, también ellos se queden a solas con Jesús, y ante él tengan el diálogo que cada uno de nosotros necesita luego de haber ofendido a Dios.

Quinto.  Una vez solos con el Señor, reconociendo nuestros pecados, podemos experimentar su misericordia infinita y su gran amor por cada uno de nosotros, el cual vivenciamos cada vez que acudimos al sacramento de la confesión, pues allí, también nos dice el Señor a cada uno: "Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar".

Bendito y alabado sea el Señor.
 

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