Ven,
Señor, a nuestra vida,
que
ya estamos en Adviento, ven pronto que te esperamos,
y
salimos a tu encuentro.
Ven, Señor, a nuestra vida,
venga a nosotros tu Reino.
Lo anunciaron los Profetas
y lo vieron desde lejos,
para cumplir sus promesas
vino a salvar a su pueblo.
Nuestro mundo está esperando,
el Señor sigue viniendo,
ahora viene por la gracia
al corazón de su pueblo.
Como rey de las naciones
y Señor del universo,
vendrá al final de la historia
a reunir a su pueblo.
“Preparadle los caminos”,
Juan predica en el desierto,
la Virgen Madre concibe,
la Palabra en silencio.