Art. 121 Sacrosanctum Concilium - Cualidades y misión de los compositores

Art. 121 Sacrosanctum Concilium 

Constitución sobre la sagrada liturgia. Capítulo VI dedicado a la música Sacra

Cualidades y misión de los compositores

121. Los compositores verdaderamente cristianos deben sentirse llamados a cultivar la música sacra y a acrecentar su tesoro.
Compongan obras que presenten las características de verdadera música sacra y que no sólo puedan ser cantadas por las mayores "Scholae cantorum", sino que también estén al alcance de los coros más modestos y fomenten la participación activa de toda la asamblea de los fieles.
Los textos destinados al canto sagrado deben estar de acuerdo con la doctrina católica; más aún: deben tomarse principalmente de la Sagrada Escritura y de las fuentes litúrgicas.

REFLEXIÓN

Componer para el Señor requiere no solo una preparación desde el ámbito técnico musical, también se necesita una formación espiritual y litúrgica. A continuación vamos a enumerar una serie de requisitos que los compositores deben tomar como referencia:

¿A qué nos llama el concilio como compositores?

1.- Nos llama a cultivar la música sacra. ¿Cómo hacerlo? incluyendo en los repertorios obras de otros compositores, de diversos períodos y estilos musicales.

2.- Nos llama a acrecentar el tesoro de la música Sagrada.  ¡Vamos a componer música para alabar y glorificar a Dios!

3.- Nos llama a crear música cumpliendo con unas pautas, lo cual es lógico, pues no debemos perder el norte de la composición, componemos música para Dios, por ello, el concilio nos dice: 
 
3.1- Compongan obras que presenten las características de verdadera música Sacra. Si queremos conocer cuales son las características de la música Sacra, es importante referirnos al Motu Proprio de San Pio X que dice en el numeral 2: "La música sagrada debe tener en grado eminente las cualidades propias de la liturgia, conviene a saber: la santidad y la bondad de las formas, de donde nace espontáneo otro carácter suyo: la universalidad".
 
3.2.- Compongan obras que puedan ser cantadas por las mayores "Scholae cantorum", sino que también estén al alcance de los coros más modestos. Esto es muy importante para evitar caer en una especie de desnutrición musical donde por ejemplo, dejamos de lado la composición polifónica por el hecho de que representa una mayor exigencia técnico vocal para muchos coros, perdiendo así una técnica tan bella. Pero también nos llama a reflexionar en lo necesario de crear obras al alcance de aquellos hermanos que no tienen una formación musical, pero desean con todo su corazón alabar y glorificar a Dios.

3.3.- Compongan obras pensando en la importancia de la participación activa de toda la asamblea de los fieles. Un punto que va de la mano del anterior, no debemos solo crear música para ser interpretada por una Scholae Cantorum  que lógicamente brinda una formación musical a sus integrantes, también debemos crear música para que los fieles, "todos" en general, canten y glorifiquen al Señor.

¿Qué debemos considerar al momento de componer música litúrgica?

1.- El concilio nos dice que todos los textos deben estar de acuerdo con la doctrina católica. Esto es fundamental, pues cada canto es una forma de evangelización, si evangelizamos conforme a otra doctrina, quien escuche esos cantos se confundirá pudiendo errar su camino y tanto él como el compositor de la canción deberán rendir cuentas a Dios. Por tal motivo, es necesario que todo compositor estudie el Catecismo de la Iglesia Católica. Tengamos presente que hay muchas composiciones de músicos católicos que no están acorde con la doctrina de la iglesia y que los interpretes confiados en que son creadas por católicos seleccionan para incluir en su repertorio.
 
2.- Nos dice el concilio que los textos deben estár fundamentados principalmente en las Sagradas Escrituras. Por ello, el compositor de música sagrada debe conocer, estudiar y meditar la palabra de Dios constantemente. 

3.- Finalmente el concilio nos dice que el texto de las composiciones deben estar apegado a las fuentes litúrgicas. Esto evitará que por razones musicales modifiquemos el texto de una composición. Ejemplo, en la litúrgia, el texto del Santo, o el texto del Gloria "NO" se debe modificar, pues el mismo está definido en el misal romano, por tanto, al componer debemos adaptar la música al texto y no el texto a la música.
 
¿Necesitamos algo más?
 
Desde la Fundación de Músicos Católicos queremos dar algunos aportes que por supuesto se desprenden de todo lo anterior:

1.- Debemos orar a Dios dando gracias por el talento recibido y por llamarnos en lo profundo de nuestro corazón a alabarle y glorificarle.

2.- Debemos formarnos y profundizar en el estudio de la técnica musical, cantemos al Señor con excelencia y busquemos también las oportunidades para compartir lo aprendido con todos nuestros hermanos, especialmente los niños.

3.- Debemos estudiar el magisterio de la iglesia en materia de música litúrgica a fin de ser obedientes, apegándonos a sus enseñanzas e instrucciones.

4.- Debemos tener siempre presente que el protagonista principal es Dios, dejando de lado toda vanagloria, recordemos que somos siervos del Señor, por tanto, al finalizar cada composición debemos decir como Jesús nos lo indicó en el Evangelio "Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que debíamos hacer" Lc 17, 10

Que se haga la voluntad de Dios.

Que Dios nuestro Señor nos instruya, nos cuide y nuestra Santa Madre del Cielo siempre nos lleve de la mano hacia Jesús repitiendo en nuestros corazones constantemente "Hagan lo que él les diga".




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